lunes

Siempre estarás conmigo

El primer recuerdo de mi vida es del día en que te conocí. Tenía sólo cuatro años, pero parece que mi mente sabía que ese día me marcaría y quiso grabarlo a fuego en ella. 
Nos hemos visto crecer. Has jugado conmigo y he jugado contigo. Has sido mi confidente y mi compañero de aventuras. Me has enseñado mucho más de lo que me han enseñado muchas de las personas que han pasado por mi vida. Y llegados a este momento, me parece mentira que ya te tengas que marchar. 
Qué caprichosa la vida que te hizo para tan leve estancia. Qué caprichosa la muerte que cautivada por tu nobleza te quiere para ella.





Eres el mejor amigo que hubiese podido desear. 
Gracias, Ringo.
Porque hay miradas que hablan más que lenguas que no se cortan.
Duele, la vida como un puñal hay veces que duele,
y nada tiene que ver con tu boca
que hecha para besar hay veces que muerde,
que anuncia cordura y a veces se vuelve loca.
Duele porque la piel no es materia inerte,
duele porque el querer es dolerse a veces.
Tiembla, la vida como con miedo hay veces que tiembla,
y nada tiene que ver con el aire
que mueve tu ropa en noches de luna escueta,
que aprieta suelta y evoca y me enloquece.
Tiembla por los latidos que tu provocas,
y también porque el querer es temblar a veces.
Y cada uno en su camino
va cantando espantando sus penas.
Y cada cual en su destino
va llenando de soles sus venas.
Y yo aquí sigo en mi trinchera, corazón
tirando piedras, contra la última frontera,
la que separa el mar del cielo del color de tus maneras
la que me lleva a la guerra, a ser semilla en la tierra.
Y no me pidas tanto, corazón
que tengo poco aire en el pulmón,
lo que tengo es un castillo en el cielo.
Si viene la guadaña a mi rincón
enjuágame la frente en tu sudor
y le das un beso a todos si me muero...
Ríe, la vida como un volcán hay veces que ríe,
y nada tiene que ver con el tiempo,
se ríe porque para ella somos tan leves
como el humo azul que del pudor se desprende.
Ríe porque tu llanto se lo merece
y también porque el querer es reírse a veces.
Vive, la vida por compasión hay veces que vive,
y nada tiene que ver con la muerte.
Y cuando llegue ese instante déjame verte,
que no hay mayor libertad que tenerte enfrente.
Y que nadie sea absuelto por no quererse,
y vive porque el querer es vivir con creces.
Y cada uno en su camino
va cantando espantando sus penas.
Y cada cual en su destino
va llenando de soles sus venas.
Y yo aquí sigo en mi trinchera, corazón
tirando piedras, contra la última frontera,
la que separa el mar del cielo del color de tus maneras
la que me lleva a la guerra, a ser semilla en la tierra.
Y no me pidas tanto, corazón
que tengo poco aire en el pulmón,
lo que tengo es un castillo en el cielo.
Si viene la guadaña a mi rincón
enjuágame la frente en tu sudor
y le das un beso a todos si me muero...
Y si todo es semilla no me dolerá la astilla
que sangran de mi costado tus andares de chiquilla.
Y no me digas nada,
déjame a mi en mi ventana con los pies del otro lado,
yo me fumo mis mañanas.